Linear Atrophoderma of Moulin
Artículo de investigación Centro Dermatológico Dr. Úraga | Vol 6 | Nº 1 2024

Bajo la Piel: Desvelando la Tuberculosis Cutánea.

Jéssica M. Sandoval Rivera,* Gladys C. Castillo Soto,* Yadira E. Aguilar Benavides,**
Francisco Mejía Santofimio***


Cuadro Clínico

Paciente masculino de 57 años que acudió por presentar masa en cuello de 3 años de evolución (Fig. 1). Con antecedentes de hipertensión arterial, ansiedad y depresión, además de empiema pulmonar izquierdo drenado hace 10 años, sin causa aparente.

Acude a consulta, refiriendo que hace 3 años, presenta formación de abscesos cervicales esporádicos cada 3 meses acompañados de dolor y presencia de secreción purulenta (Fig. 2), acudió a centro de salud donde inician tratamiento antibiótico que no especifica, con lo que cede cuadro parcialmente, sin embargo, sin cicatrización de los mismos, por lo que fue derivado a hospital de tercer nivel para valoración multidisciplinaria, donde se realizan exámenes complementarios sin diagnóstico definitivo; se interconsulta a Dermatología donde al examen físico se evidencian lesiones nodulares con aparente fistulización, que siguen la cadena ganglionar cervical (Fig. 3). Se plantea diagnóstico de micosis superficial y tuberculosis cutánea. Se programa biopsia de lesión con resultado de dermatitis granulomatosa con presencia de granulomas tuberculoides.

Haga su diagnóstico

Tinción de Ziel Nielsen: negativo para BAAR. Tinción de Grocott: negativa para hongos. Además, se realiza aspirado de secreción de absceso en la que se realiza baciloscopia con resultado positivo, PCR (GeneXpert) positivo, detectado Mycobacterium tuberculosis. Con estos resultados se define diagnóstico de TB tipo escrofulodermia, se deriva a especialidad de Neumología para inicio de tratamiento antifímico, con buena respuesta clínica y mejoría de lesiones cutáneas (Fig. 4)

Discusión

La TB, en particular la forma conocida como escrofulodermia, es una manifestación relativamente rara pero significativa de la tuberculosis. Aunque representa solo una fracción pequeña de todos los casos de TB, su impacto clínico y su potencial para complicaciones graves no deben subestimarse. Este caso clínico ilustra varios aspectos importantes relacionados con el diagnóstico y manejo de la TB, así como los desafíos que pueden surgir en su identificación y tratamiento.

Esta forma se caracteriza por la presencia de nódulos en la piel que siguen la cadena ganglionar cervical, lo que puede llevar a la confusión con otras condiciones dermatológicas. Además, la historia clínica de abscesos cervicales recurrentes, aunque no específica, debería haber generado una sospecha más alta de tuberculosis, especialmente dado el contexto epidemiológico global de la enfermedad.

Cualquier ganglio linfático del cuerpo puede estar afectado en el cuadro clínico. La linfadenitis tuberculosa se manifiesta como una tumefacción indolora y unilateral de los ganglios. Afecta principalmente los ganglios de localización cervical, especialmente los ganglios del borde superior del músculo esternocleidomastoideo y los supraclaviculares. Los síntomas generales o locales son escasos o ausentes. El cuadro clínico puede no cambiar durante semanas, meses o incluso años. En un momento dado, el problema se vuelve más severo y los síntomas inflamatorios locales del ganglio linfático, que incluyen calor, rubor y dolor en el lugar, se vuelven más evidentes y progresivos. A partir de ese momento, se produce una fistulización ganglionar rápidamente.

La mayoría de las veces, el proceso no tratado sigue un curso continuo, consistente en el vaciamiento intermitente del pus caseoso, cicatrización incompleta, nuevas fistulizaciones y finalmente constitución de cicatrices hipertróficas antiestéticas. Estas cicatrices suelen precisar tratamiento médico y, a veces, cuando este fracasa, es preciso realizar un vaciamiento quirúrgico de las lesiones (8). La propagación de la enfermedad es por vía linfatica o por contiguidad. Por eso, mientras algunas gomas curan, otras se forman.

Dentro del diagnóstico diferencial de la tuberculosis cutánea se encuentra la infección por micobacterias atípicas, sarcoidosis, lupus vulgar, blastomicosis, lepra y sífilis terciaria, dentro de las principales.

El diagnóstico definitivo de TB puede ser desafiante y requiere un enfoque multidisciplinario. En este caso, la realización de biopsia de la lesión fue fundamental para confirmar la presencia de granulomas tuberculoides, aunque las pruebas de tinción inicial resultaron negativas para bacilos ácido-alcohol resistentes (BAAR). La positividad en la baciloscopia y la PCR (GeneXpert) para Mycobacterium tuberculosis en el aspirado de secreción de absceso finalmente confirmaron el diagnóstico. Este caso subraya la importancia de considerar la tuberculosis como un diagnóstico diferencial en pacientes con lesiones cutáneas nodulares y antecedentes epidemiológicos o clínicos sugestivos.

 Bibliografía

 1. Bánvölgyi A, Avci P, Kiss N, Meznerics FA, Jobbágy A, Fésűs L, et al. Scrofuloderma and granuloma annulare-like lesions: Challenges of diagnosing cutaneous tuberculosis in developed countries. J Clin Tuberc Other Mycobact Dis. 2023 May 1;31.

 2. Nguyen KH, Alcantara CA, Glassman I, May N, Mundra A, Mukundan A, et al. Cutaneous Manifestations of Mycobacterium tuberculosis: A Literature Review. Vol. 12, Pathogens. Multidisciplinary Digital Publishing Institute (MDPI); 2023 .

 3. Soeroso NN, Harina EG, Yosi A. A very rare case of scrofuloderma with multiple cervical lymphadenitis tuberculosis. Respir Med Case Rep. 2019 Jan 1;27. .

 4. Barbagallo J, Tager P, Ingleton R, Hirsch RJ, Weinberg JM. Cutaneous Tuberculosis Diagnosis and Treatment.

 5. Gardini G, Gregori N, Matteelli A, Castelli F. Mycobacterial skin infection. Vol. 35, Current Opinion in Infectious Diseases. Lippincott Williams and Wilkins; 2022. p. 79–87.

 6.Wong OWT, Saldaña LS. TUBERCULOSIS CUTÁNEA. Vol. 13, Dermatol Per. 2003.