Ma. Gabriela Castillo-Benavides,* Dayanara Zúñiga-Calderón,* Wilma Vaca Peñafiel**
Ma. Gabriela Castillo-Benavides,* Dayanara Zúñiga-Calderón,* Wilma Vaca Peñafiel**
Cuadro Clínico
Paciente femenina de 68 años consulta por caída de pelo de 3 años de evolución, se acompaña de prurito y sensación de ardor, ha recibido tratamientos tópicos que no especifica. Al examen físico, se observa placa irregular con bordes hiperpigmentados y centro hipopigmentado con áreas de alopecia cicatrizal localizadas en región fronto parietal. El reporte histopatológico describió hiperqueratosis, atrofia de epidermis, degeneración hidrópica de la capa basal, engrosamiento de la membrana basal y edema en dermis. En base a la topografía, morfología e histología, se confirma Lupus Cutáneo Crónico.
El lupus cutáneo crónico (LED) es un trastorno benigno que afecta la piel y las mucosas. Se caracteriza por placas de tamaño variable con eritema y escama y, a medida que evoluciona, progresa hacia atrofia y cambios de pigmentación, sin afectar generalmente otros órganos.
Discusión
En contraste, el Lupus Eritematoso Sistémico (LES) presenta un aspecto más amplio de afectación de órganos y sistemas, incluyendo riñones, corazón y sistema nervioso, además de manifestaciones cutáneas como la erupción cutánea en “alas de mariposa.”
El diagnóstico diferencial del lupus discoide incluye varias enfermedades con afectación cutánea y sistémica, como: Dermatomiositis que involucra lesiones cutáneas tipo eritema heliotropo, asociado a debilidad muscular y cambios en los niveles de enzimas musculares. La esclerodermia se caracteriza por engrosamiento y fibrosis de la piel y afectación de órganos internos.
El manejo inicial de los pacientes como cualquier forma de lupus eritematoso cutáneo debe incluir la evaluación para descartar actividad de LES. El tratamiento tiene como objetivo controlar los síntomas y signos clínicos, e incluye una combinación de corticosteroides tópicos, así como antimaláricos como la hidroxicloroquina, que ayudan a disminuir las lesiones cutáneas y mejorar la respuesta inmune. Es fundamental que los pacientes se sometan a controles regulares y exámenes oftalmológicos para detectar posibles efectos adversos por el uso del antimalarico. Es importante no solo el manejo de medicamentos sino también brindar información sobre los cuidados de la piel como el uso diario de protector solar y cremas hidratantes. La mayoría de los pacientes pueden controlar las lesiones cutáneas con tratamientos adecuados, como corticosteroides y antimaláricos. Sin embargo, el lupus discoide puede ser crónico y recurrente, lo que significa que los brotes pueden ocurrir con el tiempo.
Bibliografía
1. Goodfield M, Jones S, Veale D. The “Connective Tissue Diseases”. Rook´s Textbook of Dermatology, Vol. 3, 7a ed, Ed. Blackwell Science, EUA, 2004, página 56.2- 56.23.
2. Vicente Cuevas M, Olmedo Sanlaureano S, Jiménez Moya A. Lupus eritematoso sistémico: A propósito de un caso clínico con presentación cutánea. Pediatr Aten Primaria [Internet]. 2013 [citado el 13 de junio de 2024];15(57):55e5–9. Disponible en: https://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1139-76322013000100006.