Desarrollo
La piel puede ser considerada como un órgano endocrino ya que se ha demostrado que pueden sintetizar hormonas las cuales ejercen su efecto biológico a través de receptores de alta afinidad en la unida pilosebácea. Las hormonas sexuales se pueden dividir en 3 grupos, de acuerdo con su estructura química y su importancia clínica: andrógenos, estrógenos y progesterona; glucoproteícas como la Hormona Luteinizante (LH), la Hormona Folículo Estimulante (FSH), la Hormona Liberadora de Gonadotropinas (GnRH) y la Gonadotropina Coriónica Humana (HCG); y hormonas peptídicas como la Prolactina (PRL) y la Oxitocina. La glándula sebácea es el sitio de mayor síntesis de andrógenos en la piel. En la vía clásica de síntesis de andrógenos, la Testosterona se forma a partir de la Dehidroepiandrosterona (DHEA) y de la androstenediona en las gónadas, así como en la piel. El acné es un ejemplo clásico de una patología dermatológica mediada por andrógenos, las glándulas sebáceas están completamente equipadas con todas las enzimas necesarias para la síntesis y metabolismo de los andrógenos.
Los andrógenos juegan un papel crucial en el desarrollo del acné y si bien es esencial hay otros factores involucrados necesarios para la formación de las lesiones inflamatorias del acné, esto incluye la adhesión de queratinocitos, la presencia del Propionibacterium acnés y los mediadores de inflamación.7 Un estudio de Held y colaboradores en 1984 demostraron un nivel elevado de testosterona sérica en mujeres con acné resistente al tratamiento convencional, también notaron que las mujeres con valores más altos de testosterona eran aquellas que presentaban tanto acné como hirsutismo, además constataron su elevación en mujeres con alteración de ciclos menstruales en ausencia de acné e hirsutismo; y concluyen que ya que el hiperandrogenismo está asociado a disfunción ovárica, la presencia de acné debería alertar al médico de la posibilidad de una alteración con repercusiones sistémicas y de la fertilidad.

Haga su diagnóstico
La importancia de los andrógenos en la fisiopatología del acné ya se ha evidenciado por estudios clínicos y observacionales. La mayoría de los andrógenos se sintetizan en las gónadas y en las glándulas suprarrenales, pero como se mencionó previamente también pueden formarse localmente a partir de las glándulas sebáceas, a través del precursor adrenal DHEA-S.
Discusión
Los principales andrógenos que actúan con los receptores androgénicos son la Testosterona y la Dihidrotestosterona (DHT), estos se encuentran en la membrana basal de las glándulas sebáceas y en la raíz externa de los queratinocitos de los folículos pilosos, si bien la acción de los andrógenos sobre el desarrollo del acné aún no está completamente dilucidado, hay evidencia clínica que lo respalda; el desarrollo de acné prepuberal se ha asociado a una elevación de la DHEA-S (precursora de la Testosterona); personas con insensibilidad a los andrógenos en quienes los receptores androgénicos carecen de funcionalidad, no producen sebo y no desarrollan acné; en tumores productores de andrógenos ya sean de ovario o suprarrenales están frecuentemente asociados a acné; la administración de DHEA-S o testosterona aumentan el tamaño y la secreción de las glándulas sebáceas y el acné severo usualmente se asocia a niveles elevados de andrógenos.
Otra hormona asociada a la fisiopatología del acné es la Hormona de Crecimiento (GH), encargada de estimular la producción del Factor de Crecimiento Similar a la Insulina Tipo 1 (IGF-1), que puede ser producida a nivel de las glándulas sebáceas estimulando su crecimiento. Además, en condiciones donde hay un aumento de la GH, como la Acromegalia hay un aumento de sebo y desarrollo de acné. En algunos tejidos la acción de la IGF-1 es mediada por los andrógenos por lo que podrían influenciar su acción en las glándulas sebáceas.13 En cultivos de sebocitos se vio que regula la proliferación de los queratinocitos y produce lipogénesis. Otro factor hormonal importante involucrado con el acné es la hiperinsulinemia, la cual puede promover el desarrollo de acné por su efecto androgénico en la producción de sebo. Además, puede provocar un factor de crecimiento a través de la IGF-1 que puede potenciar la producción de sebo independiente de los andrógenos.
Otras patologías endocrinas asociadas al acné son el síndrome HAIR-AN por sus siglas en inglés que consiste en hiperandrogenismo, insulino resistencia y acantosis nigricans y se considera un subtipo de SOP en mujeres en la adolescencia cuya causa se cree seria genética o asociada a la presencia de autoanticuerpos contra los receptores de la insulina; la Hiperplasia Suprarrenal Congénita (HSC) que son un conjunto de enfermedades hereditarias caracterizadas por la alteración de la esteroideogénesis adrenal asociada a una alteración enzimática, de importancia para nuestro articulo la HSC no clásica o de revelación tardía caracterizada por hiperandrogenismo y un cuadro clínico similares al SOP y cuyo diagnóstico se realiza además de solicitar los andrógenos, de la medición de las 17 OH Progesterona en FFT; el síndrome de Cushing cuenta con una sintomatología más florida y signos clínicos característicos por lo que es muy raro que el motivo de consulta inicial sea sólo la presencia de acné, sin embargo presenta síntomas similares al SOP secundarios al hiperandrogenismo ya que el hipercortisolismo inhibe la síntesis de LH y FSH y el diagnóstico consiste en solicitar cortisol salival nocturno, cortisol libre urinario, test de Nugent y ACTH y estudios de imágenes según la etiología.
Dos patologías muy frecuentes que también deben ser descartadas son el hipotiroidismo y la hiperprolactinemia. El hipotiroidismo es la producción deficiente de hormonas tiroideas generalmente de causa autoinmune y que tiene muchos efectos en el sistema reproductor, en las mujeres produce alteraciones menstruales, anovulación, infertilidad, ya que puede presentar hiperandrogenismo por disminución de la Globulina Transportadora de Hormonas Sexuales (SHBG), aumento de la Prolactina (PRL) y LH por el incremento de la Hormona Estimulante de la Tiroides (TSH), además de producir alteraciones metabólicas como la insulinoresistencia y dislipemia, por lo tanto también se sugiere solicitar TSH y anticuerpos en caso de antecedentes familiares o en presencia de otras patologías autoinmunes.
Bibliografía
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