Placa verrucosa en mejilla
Artículo de investigación Centro Dermatológico Dr. Úraga | Vol 4 | Nº 2 2022

ACRODERMATITIS PUSTULOSA INFANTIL
Reporte de 6 casos de nuestros archivos y breve revisión de la literatura.
Estudio por: Verónica Úraga,* Cristina Solórzano,* María Cecilia Briones,* Juan Carlos Garcés,** Andrea Aguilar,*** Enrique Úraga***.


Cuadro Clínico

Paciente del sexo femenino de un año y siete meses de edad cuya madre refiere que el proceso inicia un año antes con pápulas, vesículas y pústulas ubicadas en manos, pies y rodillas, con aproximadamente un año devolución y acompañada de intenso prurito

Se realizó cultivo de las pústulas el cual resultó negativo. 

El estudio histopatológico reportó: piel con gruesa capa y formación de pústula subcórnea e intraepidérmica, cargada de polimorfonucleares neutrófilos. La epidermis adyacente con reforzamiento de la granulosa y formación de costra. Engrosamiento del estrato de Malpighi y prolongación leve de las papilas con exocitosis de linfocitos y neutrófilos. Dermis con moderado infiltrado de linfocitos perivascular superficial.

Haga su diagnóstico

Dermatitis pustulosa subcornea e intraepidermica, compatible con acrodermatitis pustulosa infantil.

Discusión

ELa API es una erupción benigna, recidivante, vésico-pustulosa, autolimitada, localizada especialmente en las zonas acrales de los infantes y con un curso generalmente crónico. La causa de la enfermedad permanece oscura, sin embargo diversos trabajos describen este cuadro después de una infección escabiótica y se piensa que puede tratarse de una reacción alérgica al ácaro de la sarna..

La API puede estar presente desde el nacimiento o comenzar en cualquier momento hasta los dos o tres años, a pesar de que hay raros reportes de inicio hasta los 9 años, siendo la recurrencias muy frecuentes mientras su intensidad va disminuyendo en cada brote a medida que pasa el tiempo, hasta que finalmente desaparecen sin dejar secuela.

Usualmente el cuadro se caracteriza por la existencia de un prurito más o menos intenso de ubicación local, el cual se asocia con la presencia de lesiones pápulo-pustulosas que terminan en costras en pocos días. Cada brote dura aproximadamente de 7 a 14 días con regresión y recidiva cada dos o cuatro semanas.

La histopatología muestra la presencia de pústulas uniloculares, subcórneas o intraepidérmica que contienen neutrófilos o eosinófilos y polimorfonucleares. En la dermis puede existir un infiltrado linfohistiocitario perivascular escaso con algunos neutrófilos y eosinófilos.

Diversos tratamientos se han preconizado a lo largo del tiempo con resultados diversos y y aceptación variada. Dentro de ellos están los corticoesteroides tópicos, los antihistamínicos orales, la eritromicina oral y la dapsona oral, sin embargo, dada la naturaleza benigna del cuadro en muchas ocasiones este tipo de terapia son innecesarias.

La dapsona fue considerada por algun tiempo como el tratamiento de elección de casos severos que lo ameriten, más por su acción antiinflamatortia que por la acción antimicrobiana,5 pero por sus efectos colaterales se la ha usado solo en casos muy necesarios.

Es un cuadro de infrecuente observación y los reportes bibliográficos acerca del tema son igualmente escasos. Sus especiales características clínicas y evolutivas permiten diferenciarlo de otros cuadros similares que cursan con el mismo rango de edad. El proceso tiene una evolución benigna con resolución espontánea, por lo general no precisan de mayor tratamiento. Lociones calmantes, esteroides tópicos, los antihistamínicos que por su acción sedante pueden ser útiles y los antibióticos en caso de sobreinfección.

 Bibliografía

 1. Kahn G., Rywlin M.A. Acropustulosis of Infancy.Arch Dermatol. 1979; 115:831-833.

 2. Kikushima I, Cáceres H, Bayona R, Castro RI, Torres R, Velásquez F, Ingar B. Acropustulosis infantil en el Instituto Especializado de Salud del Niño – IESN. Dermatol Pediatr Lat 2005; 3(3): 216-219.

 3. Zheng J, Ye Y, Liao Y, Wang B. FEWER PAEDIATRIC INTUSSUSCEPTION CASES DURING THE COVID-19 PANDEMIC . Journal of Paediatrics and Child Health 56 (2020) 1165–1166.

 4. Valdivia B, Arellano J, Orellana Y. Acropustulosis infantil. Rev. Chilena Dermatol. 2008; 24:355-362.

 5. Larralde M, Boldrini MP, Luna PC, Abad ME, Marín CC. Acropustulosis Infantil. Dermatol Argent 2010;16:268-271.

 6. Soriano L, Gilaberte M. A recurrent vesicular palmoplantar rash in a toddler. EJD. 2018; 28:726-728